Tensión al borde del precipicio
Las negociaciones para una candidatura de izquierdas unificada, liderada por Yolanda Díaz, se han sumergido en turbulencias tras la entrada del exlíder de Podemos, Pablo Iglesias. Quedando menos de 72 horas para el registro de la coalición, la interferencia de Iglesias ha evidenciado problemas para alcanzar un acuerdo entre Podemos y Sumar, avivando temores de un posible desenlace traumático.
Avances y retrocesos en las alianzas
Sin embargo, las dificultades con Podemos no detienen el progreso en otros frentes. Formaciones como IU, PCE, Equo-Verdes, Drago Canarias y Más Madrid están firmando alianzas con Sumar, fortaleciendo la unidad de la candidatura de Díaz. Sin embargo, la incorporación de Podemos está en el aire, a medida que se va quedando cada vez más solo en las negociaciones.
Ruido en el campo de batalla
En un giro dramático, las negociaciones se han transformado en un campo de batalla, con debates acerca de la inclusión de Irene Montero y otros dirigentes de Podemos en las listas electorales. Iglesias ha acusado a Más Madrid, Comunes y Compromís de “vetar” a Podemos, una afirmación que ha sido negada por las tres partes implicadas.
Desinformación y maniobras estratégicas
En este ambiente de tensión, los comunes afirmaron que la “dirección estatal de Podemos” estaba negociando con ERC para concurrir juntas a las elecciones, una información que fue desmentida por los independentistas.
Cambio de foco hacia la campaña electoral
Agotada, Díaz busca distanciarse de esta situación para concentrarse en las elecciones. Hoy estará en Doñana junto a Ernest Urtasun, el nuevo portavoz de la campaña de Sumar, con la intención de cambiar el foco y promocionar su proyecto político, con un énfasis particular en las políticas verdes.