La victoria del FC Barcelona (2-4) ante el RCD Espanyol en el RCDE Stadium no concluyó con el festejo esperado. Aficionados radicales del Espanyol impidieron a los jugadores azulgranas celebrar el título de LaLiga en el campo, lo que provocó una tensa situación que obligó a la intervención de la seguridad y los Mossos d’Esquadra.
Celebración truncada
Al finalizar el partido, la plantilla del Barça intentó celebrar su título en el césped con un corro en el centro del campo, al que se sumó el equipo técnico. Sin embargo, Xavi Hernández, entrenador del Barça y conocedor de la histórica rivalidad entre ambos equipos, instó a sus jugadores a abandonar el terreno de juego y dirigirse al vestuario.
Los futbolistas azulgranas, desconociendo la creciente crispación en la afición del Espanyol, permanecieron en el campo hasta que ultras blanquiazules invadieron el césped y comenzaron a lanzar objetos.
Intervención de seguridad y Mossos d’Esquadra
La situación generada por la invasión de campo de los radicales del Espanyol obligó a la actuación de los Mossos d’Esquadra y la seguridad privada del estadio para garantizar la integridad física de los jugadores del Barça y su retirada al túnel de vestuarios.
Esta tensa situación en el RCDE Stadium pone de manifiesto la rivalidad existente entre los dos equipos de la ciudad y, aunque el Barça pudo celebrar su título de LaLiga con una contundente victoria, los radicales del Espanyol evitaron que la fiesta se desarrollase en el terreno de juego.